30/4/25
Un día sin electricidad: así fueron 12 horas de oscuridad en España y Portugal
Un día sin electricidad: así fueron 12 horas de oscuridad en

Un día sin electricidad: así fueron 12 horas de oscuridad en España y Portugal
Luis Ibáñez Jiménez circulaba por una autopista del este de Madrid cuando España se quedó sin electricidad.
“De repente, no había semáforos”, declaró a CNN el residente de la capital. Los autos se amontonaban y nadie tenía preferencia de paso. “Estaba parando para que la gente pudiera pasar […]. Vi venir un autobús enorme y tuve que acelerar mucho para adelantarlo”, dijo. “Era una especie de jungla”.
Jiménez acababa de presenciar cómo el suministro eléctrico de su país se interrumpía en cuestión de segundos. Se apagó la luz en ciudades, pueblos, aeropuertos y estaciones de tren; las pantallas de ordenador y las terminales de pago se apagaron en un instante. La confusión y la preocupación se extendieron por España y Portugal. Y para los funcionarios de ambos países, se desató una carrera contra la puesta del sol.
Era una batalla que las naciones vecinas perderían. Pasarían varias horas hasta que se restableciera definitivamente el suministro eléctrico; al anochecer, las familias se reunieron a la luz de las velas e intercambiaron anécdotas de un lunes memorable.
“Definitivamente fue uno de los días más extraños de mi vida”, dijo Jiménez, de 29 años, director de Operaciones de una empresa de formación profesional.
El apagón fue desconcertante y, un día después, sigue sin conocerse la causa. En tan solo cinco segundos, 15 gigavatios de energía se interrumpieron repentinamente del suministro eléctrico español, según informaron a CNN fuentes del Gobierno español —el equivalente al 60 % de la electricidad consumida en ese momento—, y como resultado, toda la red eléctrica española colapsó.
El suministro eléctrico se había restablecido prácticamente por completo para el martes por la mañana, pero la confusión aún se extiende por España. “La investigación de las causas continúa”, declaró una fuente gubernamental. “Todas las hipótesis siguen abiertas y se conocerán más detalles en las próximas horas”.
Caos, confusión y pagos en efectivo
Alanna Gladstone, editora de cine de 40 años, había aterrizado en Lisboa, la capital de Portugal, en un vuelo procedente de Nueva York horas antes del apagón. Se registró en su Airbnb y echó una siesta; al despertar, la tecnología que el país da por sentada se había apagado.
“No sabía qué estaba pasando”, dijo la neoyorquina. Salió a buscar provisiones, con dos euros y US$ 10.
“Hubo un caos y una energía frenética”, declaró Gladstone a CNN. Los supermercados estaban cerrados, así que las filas serpenteaban por la calle hacia los mercados de frutas, donde a un comprador tras otro se le decía que no podían pagar con tarjeta.