2/12/25
Dancing with Billy Idol en la CDMX; siempre rebelde
Dancing with Billy Idol en la CDMX; siempre rebelde

Dancing with Billy Idol en la CDMX; siempre rebelde
El pionero del punk e icono del rock resonó con It’s a Nice Day To… Tour Again ante 15 mil asistentes. Tuvo de invitada a Daniela, de The Warning, un mariachi y celebró su cumpleaños 70
Rockear es una actitud que se lleva por dentro y por fuera, aunque se tengan 70 años recién cumplidos. El pionero británico del punk e icono del rock Billy Idol es constancia de ello. Tan es así que celebró sus siete décadas de vida ayer en el Estadio Alfredo Harp Helú de la Ciudad de México con su gira It’s a Nice Day To… Tour Again, ante 15 mil personas, según cifras oficiales.
El músico fue festejado por sus seguidores mexicanos, quienes a ritmo del tema Dancing with Myself —ése que aún suena por todos lados intempestivamente, en cualquier momento y que además es el título de su autobiografía— brincaron como adolescentes para hacerle saber a su ídolo que ése sería un cumpleaños inolvidable.
Luego de su visita por Brasil, Argentina, Chile, Perú y Colombia, el afamado nacido músico nacido en Stanmore, Middlesex, el 30 de noviembre de 1955, pisó fuerte la capital, la primera vez desde 2024 y luego que en abril pasado lanzó su reciente álbum, Dream Into It, a través de Dark Horse Records.
Fue a las 21:00 horas cuando Billy Idol apareció sentado en un cómodo lugar frente a la batería para cantar Still Dancing.
Y aunque se veía impecable con su saco negro y su torso descubierto, reveló el motivo de permanecer sentado.
“Tuve un estúpido accidente. Me lastimé del lado derecho del cuerpo, en el lado derecho de mi pierna. No me he roto nada, pero realmente no puedo ponerme de pie. Aun así vamos a seguir rockeando”, dijo antes de Cradle of Love.
Así siguió y fue comprensible, pero de pie o desde su lugar, rockeó con todo.
“El señor Steve Stevens. ¿Cómo te sientes esta noche, Steve?”, dijo para presentar al guitarrista que saludó en español.
“¡Hola, México! Ésa es mi gran palabra en español, hola”, dijo Steve y Billy Idol respondió con un “suena real. Veamos a dónde nos lleva esta noche el señor Steve Stevens”, lanzó para que sonara Flesh for Fantasy.
Desde su trono en el Harp Helú, y aun con butacas vacías en la parte de arriba del estadio, presentó 77.
“La forma en que usas tu cuerpo cuando estás de pie… hay pequeñas diferencias cuando estás así.
“Ahora vamos a hacer una canción que hice como dueto con Avril Lavigne. Ella no está aquí esta noche, pero la vamos a tocar de todos modos. Esta canción trata… es para todos los forasteros en este mundo. Se llama 77”, dijo.
Eyes Without a Face, unos de sus clásicos de 1984 y segundo sencillo de su álbum Rebel Yell, fue de los más coreados de una velada de nostalgia, pero también de permanencia ante esas rolas que nunca pasan aunque las décadas sí lo hagan.
Para el solo de Steve, una del álbum Whiplash Smile. Directo de 1986, To Be A Lover.
Llegaron los covers. El primero, Mony Mony, de Tommy James & the Shondells, y Gimme Shelter, de The Rolling Stones.
Después de Too Much Fun y Gimme the Weight, Ready Steady Go recordó a la banda de punk de los 70, Generation X, de la que fue parte y que fuera punto de partida musical para Idol.
“Ese viejo hermoso”, como algunos le dijeron a lo lejos, no pudo bailar, pero sí que hizo que desde las butacas sus súbditos escuchas movieran un poco el esqueleto.
Blue Highway y Rebel Yell finalizaron un concierto que no quería terminar, pero dejaron el panorama listo para una canción de 1981, de Generation X, Dancing with Myself. El estadio pareció encenderse de música con un coro épico, porque además tuvo una invitada especial.
“Muy afortunados de tener a Daniela (Villarreal), de The Warning, acompañándonos en esta versión de Dancing With Myself. Ella es fantástica, y ellos son una banda fantástica”, dijo Idol.
Luego Daniela le cantó Las Mañanitas con todo y mariachi incluido a lo que él respondió en español con un “¡muchas gracias, fantástico!”.
Su presentación finalizó a las 22:40 horas con Hot in the City, People I Love y White Wedding, dándolo todo al grado de salir en silla de ruedas, pero con el espíritu siempre por todo lo alto.

